Un Japa Mala Budista es un collar que se compone de 108 cuentas que se coloca ya sea en el cuello o en el brazo derecho. En su versión original India posee tres divisiones marcadas en las cuentas 27, 54 y 81 dividiéndolo en tres partes exactas. Las cuentas del Japa Mala inician y terminan en una cuenta mucho más grande que se llama cuenta Gurú, para el Hinduismo la cuenta Gurú representa a la divinidad o el ser supremo, en el Budismo simboliza al propio Buda, esta cuenta no se toca. Al final de esta mala pueden tener una serie de filamentos o dos cuentas una redonda y una cilíndrica (como en el caso de los malas tibetanos) que representan la sabiduría de todos los Budas y la inherencia de todo fenómeno respectivamente. La palabra "Japa" se traduce como murmurar o repetir.
Este rosario es nativo de la India, tiene miles de años de antigüedad, de hecho es mencionado en la literatura Védica, era un utensilio ya utilizado mucho antes de cuando Buda pisara esta tierra.
Esta herramienta es ampliamente utilizada por practicantes Mahayana y Vajrayana en especial escuelas donde se utiliza la recitación, en Theravada es utilizado en países como Myanmar, Tailandia y Cambodia, sin embargo tradiciones de Sri Lanka difieren de su aceptación dependiendo de su ortodoxia, es utilizado de manera no oficial.
El significado del numero 108 de las cuentas, se ha perdido en el tiempo, actualmente el 108 es un número que tiene diferentes significados dependiendo la tradición, religión o cultura desde la cual sea observado.
En el Hinduismo el número 108 aparece en innumerables ocasiones ya que se le considera un número relacionado con lo sagrado. Por otro lado en el Islam el 108 es un número usado para referirse a Dios o a la divinidad; en un plano astrológico se dice existen 12 casas zodiacales que multiplicadas por los 9 planetas del sistema nos da un total de 108.
En el Budismo el número 108 tiene también varias representaciones. Se dice que existen 108 tipos de oscurecimientos mentales que impiden ver claramente o con la vista de un Buda, despierto o iluminado. Estas 108 kleshas (oscurecimientos o venenos) provienen a partir de la siguiente formula: Las tres formas de experiencia (positiva, negativa o neutra) multiplicada por los 6 sentidos (vista, oido, tacto, gusto, olfato y conciencia o mente) nos da un total de 18. Luego estos 18 por las dos formas de experimentar toda experiencia ya sea como apego o aversión nos da 36. Y estas multiplicadas por las tres formas de tiempo (presente, pasado y futuro) termina por darnos el número de 108. Cuando el ser es capaz de superar estas 108 kleshas del presente pasado y futuro entonces alcanzará el nirvana o la iluminación.
El mala se utiliza en el Budismo principalmente para recitar mantras (mantras iconos como Namo Amituofo en el Tierra Pura u Om mani padme hum en el Budismo Tibetano). Su forma de uso consiste en pasar las cuentas con el dedo medio y pulgar utilizando la mano derecha, el dedo indice no debe tocar las cuentas, pasamos cada cuenta de afuerda hacia adentro por cada mantra que recitamos con plena atención, en efecto el mantra y la cuenta sirven para mantenernos con los pies en la tierra de la plena atención, al terminar no debe pasarse por encima de la cuenta Gurú, simplemente lo volteamos para el otro lado y volver a empezar.
Los materiales tradicionales de los que se ha hecho el mala son la madera (o semillas del árbol del Bodhi o donde alcanzó la iluminación el Buda histórico), de sándalo, aunque en la actualidad existen una gran mayoría de plástico.
Te dejamos un video de DHARMATIC donde Juan te explica más sobre el tema:
-Articulo de Dani Mahabodhi
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